ESTADOS UNIDOS.- Este 2023 el mundo está pendiente de la disputada carrera espacial a la cual se han unido varias potencias mundiales. Se trata de la segunda vez en la historia en que distintos países compiten por llegar a la Luna: una rivalidad por mostrar quién tiene las tecnologías más avanzadas, quién explora los recursos lunares y establece bases permanentes que faciliten la llegada a Marte.
Estados Unidos, Europa y Rusia ya no son los únicos países en navegar el espacio con el objetivo de explorar las posibilidades ocultas que nuestro satélite puede ofrecer: India, China o Corea del Sur también han lanzado sus propias misiones y tienen potencial para conseguir sus ambiciosos objetivos.
Nos encontramos ante un momento histórico clave, ya que entre los participantes destacan por primera vez los nombres de nuevos países que podrían convertirse en la cuarta nación en conseguir un alunizaje.
Además, esta intensa carrera espacial tiene otra peculiaridad: Rusia y la India compiten directamente por ser los primeros en explorar el polo sur de la luna, el llamado «lado oscuro», una zona de interés que por sus bajas temperaturas podría contener agua congelada dentro de sus cráteres.
Las fechas de alunizaje de Rusia e India están ambas previstas entre el 21 y el 24 de agosto, una carrera muy reñida que Rusia pretende ganar: calculan que aterrarán el mismo día 21 si todo va según lo previsto. India, mientras tanto, ha previsto aterrizar el día 23.
Según la Corporación Espacial Estatal Rusa (Roscosmos) sus alunizajes casi simultáneos no deberían causar problemas porque las zonas de aterrizaje están suficientemente separadas.
Para esta misión, Rusia ha lanzado su nave Luna-25 con el objetivo de explorar y estudiar en profundidad la exosfera lunar en el polo sur, según ha informado la NASA. Se trata del primer lanzamiento de Rusia como nación, ya que las anteriores misiones fueron llevadas a cabo hace casi 50 años por la Unión Soviética.
La nave india bautizada como Chandrayaan-3 ha sido desarrollada por la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) para intentar el que sería el primer aterrizaje lunar para este país tras otros dos intentos fallidos.
Encontrar agua en la Luna podría significar que el satélite sería, en el futuro, habitable por el ser humano y además favorecería la exploración espacial más allá de los límites actuales. Por este motivo, actualmente todos los ojos están puestos en la lucha tecnológica espacial entre Rusia e India.
El nombre de SLIM corresponde a un acrónimo de Smart Lander for Investigating Moon, un pequeño módulo desarrollado por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) con el objetivo de estudiar la geología lunar, además de verificar el funcionamiento de nuevas tecnologías de exploración del sistema solar y comprobar la viabilidad de técnicas de aterrizaje en lugares específicos.
Estas técnicas podrían suponer un importante avance porque facilitarían la inspección de terrenos más alejados a los puntos de aterrizaje que actualmente se conocen, incluso fuera del área lunar.
Su lanzamiento está previsto para el 26 de agosto de 2023, aunque previamente ya había sido pospuesto por retrasos con su desarrollo y financiación. El propósito es demostrar que Japón también tiene la tecnología necesaria para llevar misiones a la Luna.
La puesta en marcha de la segunda parte del programa Artemis por parte de la NASA tiene el objetivo final de volver a llevar astronautas a la Luna para 2025, un hecho que no se ha repetido desde 1972. Su antecesora, la nave Artemis 1, orbitó la luna en 2022 sin tripulación. El objetivo de Artemis 2 es repetir sus pasos en 2024 con tripulación a bordo para que, finalmente, Artemis 3 pueda alunizar en 2025.
Además, Estados Unidos tiene un objetivo añadido: llevar al ser humano de vuelta a la Luna para establecer bases permanentes antes de que China lo haga, asegurando su liderazgo en exploración espacial y evitando así que el ambicioso país asiático pueda aspirar a controlar los recursos lunares.
Según la Administración Nacional del Espacio de China, su objetivo es conseguir la construcción de una base antes de 2030.