Cancún.- Un verdadero desorden prevalece afuera de las salas de llegadas en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), donde proveedores de diversos servicios turísticos y de transporte, quieren enganchar al visitante a este polo turístico.
“Le llevamos por 200 pesos persona a Playa del Carmen, el ‘adeo’ (ADO) cuesta 250”, “¿a dónde va, nosotros le transportamos con seguridad”; “¿ya tiene transporte?, pase con nosotros”; entre otras muchas frases son las que se pueden escuchar al salir de las puertas automáticas de la Terminal 2 y 4 del Aeropuerto de Cancún, sin que ninguna autoridad medie.
Esta situación no solo incomoda a los turistas, sino también a los visitantes, que llegan al destino por algún asunto empresarial o familiar, como es el caso de don Manuel Pérez, quien dice que fue abordado casi en la puerta de salida de la llegada de vuelos nacionales, pues vino a Cancún para tener una reunión con sus socios, y uno de ellos ya lo esperaba en el auto, estacionado afuera de la terminal, pero fue seguido por estos enganchadores, sintió que le acosaban.
“Salí de la terminal y una señora me empezó a ofrecer el transporte, a dónde yo fuera, le dije que ya me estaban esperando, insistió pero yo seguí mi camino, al grado que me siguió para ver en qué vehículo yo me subía; tenía miedo”, narra don Manuel.
Algunos más, que ya tienen precontratado el servicio de transporte con una de las empresas que usan placas nacionales, ya son esperado por los conductores, quienes solo van por el cliente y lo llevan a su unidad estacionada en los andenes.
Aunque la mayoría de los turistas prefiere utilizar los servicios de transporte colectivos, las mujeres y los hombres que están a cargo de ofrecer los servicios privados, están todo el día buscando a sus posibles clientes; puede escucharse diversas formas de hablar el español, desde centroamericanos hasta los que vienen a trabajar de la Ciudad de México.