Los ultraprocesados se han convertido en un grupo de alimentos muy perseguidos por los nutricionistas. Apenas aportan contenido de calidad a la ingesta y además multiplican las consecuencias negativas para la salud adulta (desde aumentar el riesgo cardiovascular hasta perjudicar al cerebro).

No obstante, hasta ahora no se había investigado qué posibles consecuencias causa cuando forman parte de la dieta de la infancia o la adolescencia.


Una investigación liderada por Jacqueline A. Vernarelli, profesora de la Universidad Sacred Heart Fairfield (Estados Unidos) se planteó la situación y analizó los efectos en el estado físico de niños y adolescentes del consumo de aperitivos de bolsa, caramelos, cereales para el desayuno, pizzas, hamburguesas, perritos calientes o nuggets de pollo, además de las bebidas azucaradas.

Registraron el consumo de este tipo de alimentos en un grupo de edad de adolescentes y efectuaron pruebas físicas durante el período del estudio como medir la capacidad aeróbica de los muchachos.

Según los datos presentados en un congreso de la Sociedad Americana de Nutrición, existe una relación entre el consumo de ultraprocesados y el estado cardiovascular de los jóvenes de 15 y 16 años.

De hecho, los análisis revelaron que los adolescentes con mejor estado cardiovascular consumían 226 calorías menos de ultraprocesados que los que contaban con mayor riesgo de trastorno cardiovascular.

Por otra parte, también se descubrió una relación similar entre los niños más pequeños (de entre 3 y 5 años) entre un peor desarrollo de su aparato locomotor y el mayor consumo de ultraprocesados.

Educar a las familias para que los jóvenes coman mejor
Según los investigadores, la responsabilidad está en los padres, tutores y responsables de los más jóvenes. «Una dieta saludable y los hábitos de ejercicio se establecen a una edad muy temprana.

Nuestros descubrimientos señalan que se necesita educar a las familias sobre cómo reducir la ingesta de comidas ultraprocesadas para ayudar a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares cuando lleguen a la edad adulta», apuntó Jacqueline Vernarelli.

«Aunque los alimentos precocinados ultraprocesados son fáciles de meter en la mochila cuando van al colegio, nuestra investigación muestra la importancia de preparar aperitivos y comidas saludables», insistió la experta en nutrición. «Estás tomando decisiones ahora que influirán en el futuro de los niños», remarcó Jacqueline Vernarelli

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