RUSIA.- El Ejército de Líbano anunció este miércoles (27.11.2024) que comenzó a reforzar su despliegue en el sur del país, en coordinación con la misión de paz de la ONU (FINUL), horas después de la entrada en vigor del alto al fuego entre Israel y el grupo chiita Hezbolá. Este último grupo dijo, a través de un parlamentario, que cooperará con la instalación de las tropas regulares en esa zona del país.
Las Fuerzas Armadas libanesas dijeron en un comunicado que comenzaron a «fortalecer su despliegue» en el sur y a «ampliar la autoridad del Estado». Esta medida se enmarca dentro del «compromiso del Gobierno libanés de implementar la resolución 1701 del Consejo de Seguridad» de la ONU, que en 2006 puso fin a la guerra entre Hezbolá e Israel y que estipula el despliegue del Ejército en el sur y el repliegue de la formación armada al norte del río Litani.
Desde el pueblo de Bint Jbeil, cerca de la frontera con Israel, el diputado Hasán Fadlalá aseguró que Hezbolá ofrecerá al gobierno de Beirut «cooperación total» en el despliegue y garantizó que el movimiento no tiene «armas visibles» ni «bases» en la zona, aunque matizó que los miembros de Hezbolá son «hijos de los pueblos» del sur de Líbano, y que «nadie» podrá alejarlos de allí.
Piden retirada de Israel
El comunicado del Ejército reafirma que la resolución del Consejo de Seguridad se aplicará «con todas sus disposiciones y obligaciones conexas, especialmente en lo que respecta a mejorar el despliegue del Ejército y todas las fuerzas de seguridad en la zona del sur del Litani», donde los soldados libaneses «estarán estacionados en los lugares designados», que no especificó.
También reiteró a los desplazados que regresan a las aldeas y ciudades fronterizas con Israel -especialmente en las regiones de Tiro, Bint Jbeil y Marjayún- que «respondan a las directivas de las unidades militares» y que «no se acerquen a áreas donde las fuerzas enemigas israelíes están presentes».
Por su parte, el primer ministro libanés, Najib Mikati, pidió en un discurso televisado la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano, una operación que según el acuerdo de alto al fuego tiene que llevarse a cabo en un plazo de 60 días y será supervisada por Estados Unidos y Francia. Según este acuerdo, Hezbolá debe retirarse y, en su lugar, se desplegarán hasta 10.000 soldados libaneses.