CIUDAD DE MÉXICO.- Hacer ejercicio en altas temperaturas se impuso como una moda de esas que llegan para quedarse. De pronto, salones de bikram yoga o de pilates con calor inundaron las calles y, aún con el paso de los años, se mantienen en ellas. Pero ¿por qué se volvió tan popular el aumentar la temperatura para hacer ejercicio? ¿Es verdad que estas condiciones climáticas prediseñadas pueden aumentar los beneficios del deporte? O por otro lado, ¿se trata más bien de un riesgo para la salud al someterse a temperaturas extremas mientras el cuerpo ya quema calorías?
Para muchos, hacer ejercicio en altas temperaturas es una forma altamente recomendable de aumentar la flexibilidad, mejorar la quema de grasa y poner a prueba la mente, aunque para otros, el hacerlo conlleva un riesgo de deshidratación y agotamiento peligroso, sobre todo si se realizan actividades cardiovasculares. Entonces, ¿quién tiene razón? Aquí vamos a explorar un poco más de cada perspectiva.
Al hacer ejercicio en altas temperaturas se pueden aumentar algunos efectos benéficos del deporte, como son:
Aumenta la flexibilidad
En técnicas como el bikram yoga (que por cierto, tiene su propio lado oscuro, como podrás confirmar en su documental de Netflix) se preparan los salones de clase a temperaturas de alrededor de 40°C, con una humedad del 40%. De acuerdo con sus defensores, esto ayuda a que aumente la flexibilidad. Y efectivamente, algunos estudios sugieren que al aplicar calor directamente en los músculos, estos pueden aumentar su flexibilidad y su rango de movimiento. Por lo mismo, al estirarse en una habitación con condiciones similares, se puede acentuar la flexibilidad.
Esto se debe a que en el calor, las células sanguíneas se expanden y esto permite una mejor distribución del oxígeno por los músculos y tendones, ayudando a que estos se relajen y hagan más flexibles.
Mejora la circulación
De manera similar, cuando las personas se encuentran en ambientes cálidos (incluso si no están haciendo ejercicio en ellos) como saunas, la circulación mejora, lo cual es recomendable para personas que buscan fortalecer su sistema cardiovascular o reducir la presión arterial. No obstante, el ejercicio en sí mismo ya ayuda a mejorar la salud cardiovascular, así que no es del todo necesario hacerlo en condiciones extremas para obtener este beneficio.
Mayor gasto calórico
Mientras haces ejercicio en altas temperaturas, tu cuerpo intenta regularse, lo cual puede aumentar el gasto calórico. No obstante, la diferencia no es tan significativa como se piensa. Además, el sudar más no siempre representa una mayor liberación de toxinas, pues el sudor no conduce tantas toxinas como se cree popularmente.
Por otro lado, algunos riesgos de hacer ejercicio en altas temperaturas son:
Deshidratación
Al aumentar la temperatura durante el ejercicio, se gastan más fluidos y electrolitos que en condiciones regulares. Por eso, es muy importante prepararse de forma correcta con suficiente agua y bebidas isotónicas antes y después del ejercicio.
Menos contacto con el cuerpo
Cuando nos concentramos en regular la temperatura, podemos olvidar que al hacer ejercicio es importante prestar atención a lo que sentimos en el cuerpo. Esto puede provocar lesiones sin que lo notemos, por ejemplo, el caso del yoga.
Golpe de calor
Para algunas personas, estar en temperaturas extremas puede representar la presencia de un golpe de calor, provocando náusea, dolor de cabeza y fatiga, por lo cual es importante que se tome en cuenta qué tipo de ejercicio se hace, bajo qué temperatura exactamente y las condiciones previas de salud de cada quien, pues no cabe duda de que este tipo de condiciones climáticas no son recomendables para todos los cuerpos. Por ejemplo, deben evitarse en personas que toman medicamentos que pueden producir problemas para regular la temperatura, como son los antidepresivos, entre otros.