Una espectacular «cascada de fuego» asombró a los observadores de la naturaleza en el Parque Nacional Yosemite de California el miércoles. Este fenómeno natural se produce cada año durante un par de semanas del mes de febrero, cuando los últimos rayos de luz del día golpea la pequeña cascada de Horsetail Falls, que corre sobre la pared vertical de El Capitán, pareciendo incendiar el agua como un río de lava que brota de la montaña.

Dura apenas unos minutos, pero atrae a turistas llegados de todo el país. Una rara combinación de condiciones perfectas lo explican.

«Cuando el sol se pone exactamente en el ángulo correcto, se refleja en El Capitán», dijo Scott Gediman, encargado de asuntos públicos del Parque Nacional Yosemite.  «Es una combinación entre el sol reflejándose en el agua, cielos despejados, agua que fluye. Si todo eso se junta, es mágico».

California, como gran parte del oeste de Estados Unidos, sufre desde hace años una sequía que ha afectado gravemente sus ríos. Pero los abundantes aguaceros de comienzos de año, que causaron graves inundaciones en algunos lugares, han mejorado el estado de los cursos de agua.

Los cielos azules característicos de ese estado lucieron en todo su esplendor el miércoles, permitiendo que los visitantes de Yosemite, que estaban exactamente en el lugar correcto en el momento correcto, tuvieran la oportunidad de ver la cascada de fuego. 

«Las imágenes eran simplemente preciosas», dijo el fotógrafo aficionado Terry Cantrell, que había viajado desde Fresno, también en California. 

La larga espera y las gélidas temperaturas valieron también la pena para Whitney Clark, otra amante de la fotografía, proveniente de San Francisco. «Según cómo el sol se pone contra la montaña o la roca, crea un efecto de fuego realmente bueno para los fotógrafos y se puede obtener una imagen hermosa», dijo. 

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