CIUDAD DE MÉXICO.- Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, usó su mitin de este sábado en el Zócalo para asegurar que erradicará la violencia pues ve avances, lanzar un ataque a la oposición y decir que el mejor aliado para un gobierno “es el pueblo”.

Así, en su discurso de una hora al que le antecedieron dos oradoras -Luisa María Alcalde y Delfina Gómez- Obrador se refirió primero a la violencia.

“Hay justicia y tranquilidad social y se avanza hacia la erradicación de la violencia, lo vamos a lograr entre todos, me canso ganso”, dijo López Obrador e hizo una pausa para recibir aplausos.

López Obrador encabezó un mitin en el Zócalo capitalino ante 250 mil personas, según cifras del Gobierno capitalino. La mitad de los asistentes en su evento del 18 de marzo pasado para conmemorar la expropiación petrolera, que aglutinó a 500 mil personas, según las mismas autoridades.

Este sábado lo acompañaron simpatizantes, gobernadores, gabinete, familia y los aspirantes presidenciales para recordar el triunfo de AMLO en las urnas hace cinco años.

El mandatario convocó a las 17:00 horas y él empezó a hablar a las 18:01 horas y terminó a las 19:06 horas. Él salió de Palacio Nacional a las 17:26 horas para dirigirse al templete.

Tras saludar a su familia, gobernadores y gabinete, comenzó el acto a las 17:41 con las palabras de la recién nombrada Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, y siete minutos después las palabras de Delfina Gómez, gobernadora electa del Estado de México.

Tras un aplauso de pie solicitado por Delfina Gómez a todos los asistentes, AMLO tomó la palabra.

En el arranque de su mensaje, el tabasqueño aseguró que el pacto entre el pueblo y su gobierno funcionó.

“El pacto funcionó, el pacto entre el pueblo y su gobierno se ha sellado bajo el principio de atender y respetar a todos pero (sobretodo) privilegiar siempre la ayuda a los pobres y necesitados”, dijo.

Obrador aseguró que su movimiento de la que llama la cuarta transformación o 4T es más fuerte que nunca y cuenta con el apoyo de “una amplia mayoría”.

“Es un orgullo poder decir a los cuatro vientos que nuestro movimiento está más fuerte que nunca, que existe una amplia mayoría apoyando la cuarta transformación de la vida pública de México”, dijo al abrir su discurso.

Después, hizo un recuento de lo que considera sus logros económicos que ha mencionado en otros eventos y en sus mañaneras: apreciación del peso, remesas históricas, crecimiento, inversión.

Tras ese repaso, Obrador dedicó una parte de su discurso otra vez al tema de la violencia.

Aseguró que en México no existe un “narcoestado”.

“Que se oiga bien y lejos, hasta el otro continente, pasando el Atlántico: tampoco existe hoy en México un narcoestado como lo padecimos”, exclamó.

Y aprovechó para marcar lo que consideran diferencias con gobierno que le antecedieron y llama “neoliberales o neoporfiristas”.

“(Ahora) no se reprime al pueblo, no se ordenan masacres, no hay tortura, no se toleran las violaciones a los derechos humanos”, sostuvo.

El discurso de Obrador llega después de una semana en México en la que fue asesinado en un ataque armado Hipólito Mora en Michoacán, líder de las autodefensas, el secuestro y liberación tras casi 72 horas de 16 empleados públicos secuestrados en Chiapas y el asesinato de un líder local del PVEM.

En otro momento, Obrador también envió un mensaje a quienes lo acusan de militarizar al país.

Ahí, dijo que las Secretarías de Defensa y Marina han sido un gran apoyo en seguridad y labores de protección civil.

Enumeró las obras de construcción en las que participan las Fuerzas Armadas hasta la operación futura de una aerolínea.

“Dejando de manifiesto que los marinos y los soldados son pueblo uniformado, trabajadores leales y patriotas”, aseguró.

En la última parte de su discurso y tras disculparse por tardar, Obrador dijo a la oposición que no llegará muy lejos si no aprende a respetar a sus semejantes.

“No es sentencia ni siquiera advertencia ni mucho menos amenaza pero les digo desde el Zócalo, la principal plaza pública de México que poco lograrán si no abandonan su egoísmo y aprenden a respetar a sus semejantes, no llegarán lejos”, sostuvo.

En contraste, dijo que a su gobierno y a su movimiento no los vencerán si respetan los preceptos de respeto y que la felicidad es la bondad y no el dinero.

Esta semana, la oposición a través de la Alianza Va por México presentó su método de selección para candidato a la presidencia, que López Obrador calificó de “simulación» y por lo que el INE le dictó medidas.

“Mientras ellos no acepten y practiquen estos preceptos y nosotros los mantengamos y los reafirmemos, nada ni nadie podrá vencernos”, dijo.

Además, López Obrador dijo que la oposición se integró en un “supremo poder conservador” y que su “gerente” es Claudio X. González hijo.

“A él lo apoyan los traficantes de influencias y políticos corruptos del más alto nivel del antiguo régimen.

“A él le obedecen los encargados de los partidos, muchos abogados marrulleros del poder judicial, intelectuales acomodaticios y periodistas alquilados o vendidos”, sostuvo.

Al final, Obrador lanzó un arenga centrada en agradecer “al pueblo”.

“Si nos preguntamos quién es nuestro mejor aliado, qué contestamos, el pueblo”, gritó.

Y llamó a los asistentes a decir muchas veces “pueblo, pueblo, pueblo”.

Después del arribo de López Obrador al templete, el evento comenzó a las 17:41 horas con un discurso de la recién nombrada secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.

Alcalde puso énfasis en su discurso en la importancia de los jóvenes para este gobierno, al mencionar que colaboran en cada uno de los proyectos emblemáticos de este gobierno como el Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas.

Además, Alcalde hizo referencia a una canción de Grupo Frontera, conjunto de regional mexicano, para cerrar su discurso y decir que la 4T “no se va, no se va, no se va», como el estribillo de una canción.

La segunda en tomar la palabra fue la gobernadora electa del Estado de México, Delfina Gómez, quien en su mensaje aseguró que López Obrador “ha cumplido» sus compromisos de campaña.

Así, la gobernadora electa destacó que hay una “obligación moral» de proteger el legado de López Obrador y la autollamada Cuarta Transformación.

Además, la mexiquense pidió a los asistentes ponerse de pie y darle un aplauso al mandatario.

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