ESTADOS UNIDOS.- China está «muy preocupada» por el proyecto estadounidense de escudo antimisiles Cúpula Dorada e instó a Washington a abandonar su desarrollo, dijo este miércoles un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que seleccionó un diseño para el proyecto de 175,000 millones de dólares y nombró a un general de la Fuerza Espacial para dirigir el ambicioso programa destinado a bloquear las amenazas de China y Rusia.

«Hoy me complace anunciar que hemos seleccionado oficialmente una arquitectura para este sistema de última generación», dijo el presidente de Estados Unidos.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, cuando se le preguntó por el proyecto en una rueda de prensa, dijo que conlleva «fuertes implicaciones ofensivas» y aumenta los riesgos de militarización del espacio exterior y de una carrera armamentística.

«Estados Unidos, al perseguir una política de «Estados Unidos primero», está obsesionado con buscar la seguridad absoluta para sí mismo. Esto viola el principio de que la seguridad de todos los países no debe verse comprometida y socava el equilibrio estratégico y la estabilidad mundiales. China está seriamente preocupada por ello», dijo Mao.

Instó a Washington a abandonar cuanto antes el desarrollo del sistema y a tomar medidas para aumentar la confianza entre las grandes potencias.

El Kremlin indicó por su parte que los planes del escudo antimisiles «Cúpula Dorada» de Trump podrían forzar la reanudación en un futuro previsible de los contactos entre Moscú y Washington sobre el control de armas nucleares.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, fue preguntado acerca del anuncio de Trump de que había seleccionado un diseño para el escudo antimisiles «Cúpula Dorada» y dijo que se trataba de un asunto soberano de Estados Unidos.

La llamada «Cúpula Dorada», inspirada en el escudo de defensa terrestre israelí Cúpula de Hierro, es un ambicioso proyecto destinado a bloquear las amenazas de China y Rusia, países que Estados Unidos considera sus dos mayores competidores geopolíticos.

Peskov, al ser preguntado sobre si Rusia veía el proyecto como una amenaza a la paridad nuclear de Rusia con Estados Unidos, dijo que no había detalles sobre el proyecto estadounidense y que quedaban muchos matices.

«En un futuro previsible, el propio curso de los acontecimientos exige la reanudación de los contactos sobre cuestiones de estabilidad estratégica», dijo.

Estados Unidos culpa a Rusia del colapso de acuerdos como el Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM, por sus siglas en inglés) de 1972 y el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) de 1987. Estados Unidos se retiró formalmente del Tratado INF en 2019, señalando violaciones rusas que Moscú negó. Estados Unidos se retiró del tratado ABM en 2002.

Rusia y Estados Unidos, con diferencia las mayores potencias nucleares, han lamentado la desintegración de la red de tratados de control de armamento que pretendían frenar la carrera armamentística y reducir el riesgo de guerra nuclear.

«Ahora que el marco legal en este ámbito ha sido destruido y el período de validez ha expirado, o deliberadamente, digamos, una serie de documentos han dejado de ser válidos, esta base debe ser recreada tanto en interés de nuestros dos países como en interés de la seguridad en todo el planeta», dijo Peskov.

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