PUEBLA.- Horas después de darse a conocer de forma oficial la postura del Club Puebla Femenil, equipo en el que durante su estancia fue víctima de acoso la jugadora Lucía Yáñez, la misma jugadora rompió el silencio y mediante redes sociales compartió su postura sobre el mensaje de la institución.

La futbolista mexicoamericana, quien dejó la Liga MX Femenil tras hostigamiento sufrido durante nueve meses en redes sociales y su hogar, desmintió lo dicho por el equipo poblano, quien aseguró apoyó en cada momento a la jugadora en la situación.

Yáñez, quien se mostró agradecida con el equipo por permitirle jugar en la máxima categoría del futbol femenil, pero reiteró que el personal del equipo hizo muy poco para detener los ataques.

“Agradezco el Club Puebla por abrirme las puertas de la Liga MX el pasado enero; sin embargo, tras el comunicado del equipo me veo obligada a decir que el club mintió. Lo que derivó mi renuncia al equipo es algo que empezó desde la temporada pasada con acoso, hostigamiento, bullying y difamaciones en redes sociales, por ello lo hice del conocimiento de la directora técnica y la directiva buscando su apoyo, del cual sólo encontré un apoyo verbal diciéndome que contaba con ellos».

La defensora, agregó que durante esos momentos difíciles, únicamente contó con el respaldo real de un par de aficionados, quienes la acompañaron a realizar una denuncia ante la Fiscalía del Estado de Puebla, que poco pudo ayudar.

“El mejor apoyo que encontré fue por medio de dos aficionados que demostraron interés al punto de acompañarme a la fiscalía a realizar la denuncia correspondiente. Desafortunadamente las leyes en México son complejas, y aún presentando pruebas y acompañada por testigos, la fiscalía no me aseguró que el caso pudiera proceder», escribió.

Lucía Yáñez, por último agregó que luego de pedir su salida del equipo al ver que no se encontró solución, el equipo aceptó pero no le pagó los meses restantes de contrato, desmintiendo lo escrito por el equipo que aseguró motivos personales.

“En septiembre expuse a la directiva que por la situación del acoso yo ya no podía seguir en Puebla al estar sola y sentirme totalmente desprotegida. Su respuesta fue que entendían y sabían lo afectada que estaba, ofrecieron darme de baja, pero por ende no podían pagar los dos meses que me restaban de sueldo es así como se dio mi salida y no por motivos personales como asegura el club”, explicó.

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