ITALIA.- Nicole Kidman llevó ayer su drama erótico Babygirl al Festival de Cine de Venecia, y dijo sentirse expuesta y nerviosa al proyectar la intimidad controlada del set en la gran pantalla ante una audiencia mundia.
Nicole Kidman
Kidman ha rodado una serie de películas arriesgadas durante su carrera, entre ellas Ojos bien cerrados, de Stanley Kubrick, que se estrenó en Venecia hace 25 años.
Sin embargo, Kidman expresó a la prensa que estaba muy preocupada por la reacción a su última película.
Hacerla con esta gente ha sido delicado, íntimo y muy, muy profundo”, compartió Kidman, sentada junto a la directora Halina Reijn y sus compañeros Antonio Banderas, quien interpreta a su marido, y Harris Dickinson, su amante.
Pero esto definitivamente me deja expuesta y vulnerable y asustada (…) cuando se da al mundo”, añadió. “Todos estamos un poco nerviosos, así que me dije: espero que no me tiemblen las manos”.
Babygirl
En Babygirl, la actriz de 57 años interpreta a una ejecutiva casada con un director teatral (Banderas, de 64 años).
Bajo su apariencia de éxito esconde una profunda insatisfacción sexual.
La llegada de un becario a su empresa, (Dickinson, de 28 años) provoca la infidelidad y un torbellino que amenaza su carrera y su familia.
Las escenas de sexo explícitas son abundantes en la cinta, dirigida por una mujer, la holandesa Halina Reijn, de 49 años, con sólo tres películas en su haber.
Trata sobre el deseo, los pensamientos internos, el matrimonio, la verdad, el poder y el consentimiento. Es la historia liberadora de una mujer a través de la mirada de Reijn.
Ha sido muy profundo y liberador estar en sus manos, me sentí muy cuidada y de hecho todas nos protegíamos mucho entre nosotras, la dinámica se sentía real. Estoy orgullosa de haber sido invitada a un festival como éste, donde por fin se hace cine con mujeres al timón”, aseguró la actriz.
Reijn confesó su gran admiración por Paul Verhoeven, el autor de Bajos instintos en 1992 y uno de sus mentores profesionales.
Ha sido un honor trabajar con este reparto increíble. Sin duda, es una película sobre una mujer con una crisis existencial, sobre el deseo y cómo las diferentes generaciones pueden aprender unas de otras. Y estoy muy contenta de presentarla en Venecia.
Pero por otro lado, también es un filme sobre la masculinidad y sobre todo, acerca de la pregunta ‘cómo puedo amarme a mí mismo en todas mis facetas’. Espero que sea un tributo al amor propio y a la liberación”, explicó Reijn.
«La cuestión es: ¿puedo amarme a mí misma con todas esas complejidades?”, añadió.
«Ha sido liberador”, aseguró a su lado Kidman.
«Sabía que ella no iba a abusar de mí”, agregó.
Seis de las 21 películas de la competición principal de Cine de Venecia han sido dirigidas por mujeres, entre ellas Babygirl, frente a las cinco de 23 del año pasado.
“Autocensura”
Por su parte, Antonio Banderas aseguró que en el cine lo “políticamente correcto” puede provocar “autocensura”, para después asegurar que muchas de las películas con las que ha acudido a concursos internacionales, ahora no se podrían hacer.
Solía venir a estos festivales de Cine de Venecia —Cannes, Venecia…— con películas que ahora mismo no se podrían hacer, que recibirían muchas críticas porque entrarían en el terreno de lo políticamente incorrecto. Estamos en un mundo tan políticamente correcto que hemos llegado a la autocensura.
Por eso, cuando leí el guion de Halina Reijn pensé: ‘¡Alguien que piensa diferente!’. Una persona que tiene la fuerza y el coraje de poner en la pantalla cosas que todos pensamos”, añadió Banderas durante la rueda de prensa.
Así, el malagueño reivindicó su orgullo por haber formado parte de Babygirl.
Un thriller erótico en el que se habla de deseo femenino y poder, y reiteró que el arte debería estar fuera de “la censura”.
Somos prisioneros de nuestros propios instintos, somos animales. La naturaleza no es democrática, no hemos pedido ser humanos, animales, plantas. Estamos atados a lo que somos.
Esta película trata de una mujer que habla de ello de una forma muy libre y estoy orgulloso de formar parte de algo así en un momento en el que estamos todos metidos en cajas y movimientos.
El arte debería estar fuera de esto”, finalizó.