CIUDAD DE MÉXICO.- Ante la intensa integración económica que tienen México y Estados Unidos, pretender cerrar la frontera sería equivalente a convocar a una rebelión en ambos lados de la frontera, porque los cuatro estados fronterizos estadunidenses y las seis entidades mexicanas representan la cuarta economía mundial, planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador en una carta dirigida al candidato presidencial republicano, Donald Trump, quien planteó esa posibilidad en la Convención de su partido.

Con ironía y humor, en una posdata López Obrador le precisa que sigue siendo presidente de México: Ya ven eso de los asesores, (comentó en la conferencia): ‘Oiga, todavía soy presidente de México, termino hasta finales de septiembre. Le aclaro, porque hace unos días comentó que ya me había retirado. Por favor, amigo, no me ande mandando a La Chingada antes de tiempo. Aunque se ría y siempre le parezca extraño, ahí le va de nuevo otro abrazo’”.

Para López Obrador es fundamental consolidar la integración económica en América del Norte y, después, ampliarla al resto del continente, porque sólo así la región podrá hacer frente a la expansión económica y comercial de China.

De acuerdo con la planeación del país asiático, para 2040 pretenden controlar la tercera parte del producto interno bruto mundial, mientras América del Norte, si no avanza en una mayor integración, para entonces representará 23 por ciento del PIB, esto es, se correría el riesgo de quedarnos rezagados, subrayó.

En tono afectuoso, López Obrador le planteó las dimensiones de los efectos que tendría el cierre de la frontera: dicha decisión impediría el cruce de las aduanas y los puentes fronterizos a un millón de personas y a 300 mil vehículos, de los cuales 70 mil transportan mercancías de un país a otro que diariamente transitan por la línea divisoria en ambas direcciones.

Tampoco es recomendable, añade en la misiva, restringir la importación de vehículos a Estados Unidos, porque esto no es conveniente para ambos países ni para el consumidor estadunidense. En la actualidad, comprar un automóvil hecho en México le representa al consumidor en el país del norte, un ahorro de entre 10 mil y 15 mil dólares.

Es decir, no es porque Estados Unidos no tenga la capacidad tecnológica ni la experiencia en sus plantas automotrices, sino que sus costos de producción son muy elevados. Es que no sólo son vehículos los que se producen en México; se producen muchísimos productos, muchas mercancías, autopartes que son fundamentales para la industria estadunidense.

López Obrador expresó que le inspiraba confianza el haber sabido de mi amigo Trump como candidato y posteriormente como gobernante, que fue partidario del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en una interacción económica y comercial respetuosa de la soberanía nacional.

Insistió en que la forma más eficaz de enfrentar el fenómeno migratorio es atendiendo las causas que orillan a las personas a salir de sus países; ayudar a que haya trabajo y mejorar las condiciones de vida en sus naciones. Esto es, en lugar de adoptar medidas unilaterales, dañinas para las economías y las poblaciones, es preferible optar por el diálogo, la cooperación y el acuerdo, apunta López Obrador.

Como había anunciado desde que Trump hizo duros señalamientos contra los migrantes y la correlación económica en la convención republicana, el mandatario le hizo precisiones a su amigo a quien, de entrada, le expresó nuevamente su solidaridad por el atentado que sufrió en días pasados porque tenemos la convicción de que la violencia en cualquiera de sus manifestaciones es irracional e inhumana.

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