CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó este viernes en Palacio Nacional la celebración del Día de la Candelaria con la tradicional tamaliza.

Al finalizar su conferencia mañanera, el jefe del Ejecutivo degustó parte de un zacahuil y atole de maíz.

“Vamos a celebrar la Candelaria, va haber tamales, aquí vamos a probar tamales”, dijo al inicio de su conferencia mañanera, previo a viajar a su natal Tabasco para supervisar la refinería de Dos Bocas e inaugurar el malecón de Villahermosa.

En el salón Tesorería y al mencionar “Ahora sí vamos a los tamales”, integrantes de la Ayudantía acercaron una mesa con un zacahuil, un tamal tradicional de la Huasteca y cuya característica principal es su gran tamaño.

“Nada más que ya sin cámara, pues van a comer… van a comer, por favor”, dijo Jesús Ramírez, vocero presidencial.

“Bueno, los que son periodistas, para atrás, los que van a comer pa´ delante”, comentó el vocero mientras yotubers y otros personajes acreditados a la mañanera se formaban.

Mientras esto ocurría, el chef Taurino Galván Valencia informaba al presidente López Obrador que el zacahuil fue elaborado la noche del jueves y llevado de San Luis Potosí.

“El zacahuil solamente lo vas a probar en días de tianguis y festejos, por ejemplo, un domingo en Tamazunchale, en Xilitla (…) pero hoy lo vamos a probar aquí”, dijo el chef.

Segundo después, una mujer originaria Tlaxiaco, Oaxaca, quien preparó cerca de 300 tamales oaxaqueños pidió al jefe del Ejecutivo federal que “no nos desampare ni nos desproteja” y quien le colocó un collar de flores.

Segundos después, el Mandatario federal recibió un plato para que le sirvieran su tamal

“Me voy a llevar unos (a la gira). En todas las regiones de México hay un habla especial que tiene que ver con la lengua originaria y el castellano, por eso se dice itacate´, uno se lleva itacate, pero en Tabasco se le llamapushcagua´. Entonces es lo mismo, nada más para que siempre cuidemos nuestra habla y la respetemos”, llamó.

Pero el Mandatario federal parecía que no quería probar el tamal delante de los medios, quienes registraban el hecho:

“Pero así no se puede, no se puede (…) nada más uno, uno nada más (mordisco)”.

Frente a cerca de 50 representantes de los medios, el presidente López Obrador comenzó a degustar el tamal y ante la pregunta de si le había gustado, respondió: “¡Suculento!”, para inmediatamente tomar un jarrito de barro para probar el atole de champurrado.

Tras esto, el presidente López Obrador dijo a los comunicadores: “¡Buen provecho” y se retiró para viajar a Tabasco.

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